Chile mediterráneo
se extiende entre los 24° y los 38° lat Sur aproximadamente
(Amigo & Ramírez 1998), correspondiendo a la zona
central de Chile, la cual recibe precipitaciones en los meses
de invierno y presenta un período de sequía
en los meses del verano (Figura1).
Esta situación se debe al modelo de circulación
atmosférica en la posición entre los frentes
ciclónicos polares y los anticiclones tropicales, por
lo tanto no es única en el mundo, siendo similar en
todos los márgenes occidentales de los continentes
en las latitudes subtropicales. Es decir, el clima mediterráneo
se presenta también en la cuenca del Mar Mediterráneo
(de ahí viene su nombre), en el sur de África,
en el sur y oeste de Australia, en California y en Chile central
(Figura2).
Además de la similitud climática,
estos lugares están atrayendo la mirada de la comunidad
científica internacional, debido a su alta riqueza
de especies y a los altos niveles de endemismo detectados.
A pesar de que las cinco zonas bajo influencia de clima mediterráneo
ocupan sólo una restringida superficie en el mundo
(5%), constituyen el hábitat del 20% de la flora vascular
mundial (Cowling et al. 1996). Es por ello que son considerados
como centros mundiales de diversidad florística (Davis
et al. 1997).
La alta riqueza de especies y el endemismo
registrado en Chile mediterráneo se debería
particularmente a los múltiples cambios sufridos por
la flora en los períodos Terciario y Cuaternario (Moreno
et al. 1994, Villagrán 1995), sumado a la actual heterogeneidad
topográfica y microclimática (di Castri 1981,
Cowling et al. 1996). |
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figura 1
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